O son hombres o desaparecen.

Noticia.

La discriminación para la población LGTBI no cesa en plena pandemia.

El suceso registrado este mes en una estación de policía en la cual detuvieron a 3 travestis pertenecientes a la población LGTBI,  en el que fueron objeto de burla y humillación por oficiales de policía que los detuvieron el día cuya circulación estaba destinada para las mujeres. En el suceso los oficiales les obligaron a realizar sentadillas y a decir “Quiero ser un hombre”.  Posteriormente fue grabado y divulgado ahondando más la situación.

Lo que saca a la luz que actos similares se han registrado en diferentes localidades del país bajo la imagen de discriminar como una conducta aceptable.

Ante la ley y el estado, la libertad de expresión es contemplada y debe ser respetada; pero en materia de derechos aún falta concretar varios aspectos como también legitimar el respeto a las personas por su orientación sexual además de velar y garantizar un empleo digno.

Los travestis y transgénero se enfrentan al mundo entero al salir del closet ya que en la mayoría de familias aún sigue siendo mal vistos e incluso tachados como depravados, por lo cual la mayoría debe irse de la casa y empezar una vida en la calle como independientes; siendo desterrados del núcleo familiar.

Pero en el campo laboral, el panorama es más excluyente. En algunos sitios no reciben las hojas de vida mientras que en otros las reciben solo por cortesía, de tal manera que el desempleo es un obstáculo más y deben afrontarlo sin un núcleo familiar que les apoye tanto emocional como económicamente; estas personas solo encuentran cabida en el campo de la estética como estilistas si cuentan con los recursos necesarios para estudiar una carrera profesional o en peluquerías en donde no cuentan con un programa de afiliación a seguridad social y de salud. Del otro lado trabajar es en las calles por medio de la prostitución. Además de tener pocas alternativas para trabajar y subsistir, el ambiente laboral en las peluquerías, centros de estética  y prostíbulos se termina convirtiendo en una batalla campal tanto por la vida como por el puesto de trabajo. Un tema del que hablaremos más adelante.