Opinión.
Como si estuviéramos en el siglo XVIII, cuando la princesa austriaca María Antonieta fue esposa del delfín de Francia, Luis XVI. En la época donde el descontento con la monarquía crecía cada vez más y el pueblo aguantaba hambre. La frase “¡Que coman pastel!” fue atribuida a María Antonieta por su gasto desmesurado y su desprecio al pueblo.
En Colombia donde actualmente
el pueblo está aguantando hambre ante la actual crisis sanitaria que asola el
mundo, salió a la luz la realidad del país que los políticos de turno han
tratado de ocultar. Y es que más del 60% de la población viven del día a día o
de la informalidad, no cuentan con una estabilidad laboral que les asegure un subsidio
al desempleo sólido como en otros países o la posibilidad de tener ahorros para
una emergencia.
A ello que el 55% de la población
colombiana no cuenta con vivienda propia y ahora no solo se ven ante la preocupación
por el sustento de cada día sino por la deuda que se está acumulando con las
rentas.
Desde el inicio de la
cuarentena el gobierno ha estado anunciando diferentes ayudas económicas por
medio de programas como familias en acción, la tercera edad, jóvenes en acción o la devolución del IVA.
Pero dichas ayudas han sido duramente criticadas porque la mayoría de
colombianos que esperaban un auxilio para el confinamiento, se encontraron con
que no eran beneficiados pero que además varias cedulas y nombres estaban repetidas hasta 7 veces; lo que causo
un revuelo en redes sociales que termino con que la página oficial fuera
cerrada por unas horas.
Ante el pedido de ayudas por
parte de la población al gobierno nacional para afrontar la actual crisis en los hogares colombianos y quedarse en casa como lo
recomienda la OMS.
Las respuestas del gobierno han quedado entre dicho después de
que se conociera la compra de camionetas blindadas para la presidencia y las
cortes por más de 9.000 millones de
pesos colombianos como también el contrato con una agencia de publicidad por 3.500
millones de pesos para impulsar la imagen del presidente en redes sociales.
Y por si fuera poco, el comentario
“atenidos a ver qué hace el Gobierno por cada
uno”. Que dijo la vicepresidenta del estado, demuestra
el desinterés que tienen desde el ejecutivo para ayudar un pueblo que pasa
hambre frente al encierro. Tal cual como en el siglo XVIII.
El Pueblo se las debe
arreglar por cuenta propia.
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